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Mostrando entradas de noviembre, 2015

{ ESTANCADA }

 Estancada en la miseria, recordándote. Estancada en la melancolía de perder aquellos momentos tan significativos. Estancada en la tristeza de no poder avanzar sin ti. Estancada en la tragedia donde mi propio ser no es capaz de reprimirse. Estancada en la alegría que me transmitías y no podré recuperar. Estancada en los deseos, aquellos que íbamos a compartir. Estancada en los sueños donde no te levantabas de mi cama. Estancada en la pasión que era difícil de contener. Estancada en la tranquilidad de tu voz. Estancada en tu serenidad para enfrentar nuestros problemas. Estancada en la repugnancia de verte sin mi, olvidándome. Pues olvidar es necesario. No puedo evitar que lo hagas, qu e prefieras pensar en el futuro y dejar de estar recluido en el pasado ya que... todo es relativo. Los recuerdos martillean en mi cabeza como una migraña sin remedio. Quizás deba liberarme de estas cadenas invisibles que me atan a ti. Estoy cansada de forcejear. Necesito a un escapista profesional pues sol

{ UN BAILE CON UNA DAMA MISTERIOSA }

Bailaba sin prisas, disfrutando de cada paso, cada brisa, cada movimiento creado por si misma. Con pasos hábiles y seguros aunque poco a poco su ritmo se iba ralentizando hasta llegar al punto de quedarse quieta, sentarse y tumbarse en el suelo boca arriba. No estaba contenta. Le faltaba algo. Recordó el mundo de los humanos y, sin pensárselo dos veces, atravesó el umbral de la vida. Vio a muchos humanos felices y otros no tanto. Muchos mayores, con un buen historial y otros dispuestos a todo, arriesgados, otros simplemente despistados y muchas características diferentes. Siguió a los ancianos, caminaba junto a ellos, se quedaba a su lado día y noche para conocerlos pero llegó el día en el que estaba cansada de hacerlo y decidía tocarles el corazón. Ella sabía que pasaría y estaba impaciente. El anciano al que escogió de repente tuvo un dolor fuerte en el brazo izquierdo, lo sentía pesado y no le respondía, seguidamente el dolor se prolongó hasta el corazón, era como si se lo estrujara