{ ¿JUGAMOS A LAS CARICIAS? }

Las normas son bastantes sencillas aunque este juego no es como ningún otro. Es mejor. Solo existe un peligro y es el hacerse adicto a él.

Aquí vale de todo, menos cualquier cosa que pueda herir tanto emocionalmente como de manera física.

También hay reglas en este juego y son:

-Dejarte llevar.

-Fijarte en la reacción del otro.

-Tener cuidado.

No importa que te hagas adicto a este juego, disfruta cada vez que alguien esté dispuesto a hacerte compañía.

La regla más destacada es Dejarte llevar pero haz saber al otro si alguna caricia no te gusta o te gusta de sobremanera.

Por otra parte, este juego consta de diferentes niveles que nunca se sabe hasta cuánto pueda aguantar el otro participante.

El primer nivel consta de pequeños roces. Pueden ser en la parte superior de las manos, en el roce de tus dedos con la mejilla del otro, en un pequeño toque cariñoso en la nariz... Cosas minúsculas que ya dicen mucho de si.

En el segundo nivel aparece el factor beso. Besos en la comisura de los labios, besos en los hombros, lentos, armoniosos; besos en las manos, en la nariz, en la frente... Más factores que te hacen saber si la otra persona está receptiva a continuar jugando.

El tercer nivel consiste en una mezcla de los primeros. Puedes hacer una táctica si quieres: Besar su hombro mientras acaricias su otro brazo de arriba a bajo o incluso besar su cuello a la vez que rozas su cintura ¡y mil ejemplos más! Todo depende de lo buen estratega que seas.

Cuando hayas percibido que el dejarte llevar se te da bien, ¡felicidades!, has llegado al cuarto nivel. Este es el más complicado ya que no se trata de ganar, sino de disfrutar jugando (aunque suene a cliché). Aquí te acercas a puntos clave como pueden ser: labios, orejas, cintura, espalda, etc.

Más o menos se trata de los mismos que antes has realizado pero conllevan el factor pasión el cual te hace vivir las mismas caricias pero con mayor intensidad. Creo que te gustará este nivel pero espera, espera.

En el quinto nivel vamos a hacerlo con un doble de pasión. Tras haber pasado la fase de los besos con lengua, por ejemplo, puedes añadir los mordiscos tanto ligeros como aquellos con un poco más de fuerza. Con cuidado, ¡no te pases!

En este momento del juego, si lo has estado pasando bien, querrás más.

Te advertí que era peligroso.

El sexto nivel está lleno de todo lo anterior pero desde otra perspectiva. Es el momento en el que los jugadores definitivamente se entregan.

Algunos prefieren ir lentos y otros directamente hacen volar sus prendas de vestir por los aires.

El calor es doble.

El sudor.

El roce de los cuerpos.

Sentir la suavidad del contacto.

Más calor.

Empiezan los movimientos rápidos, pequeños jadeos seguidos de gemidos contenidos, gemidos expresados a viva voz... después calma, volver a respirar normalmente y si quieres, volver a empezar por el primer nivel.

Puede ser increíble lo bien que te lo pasarás, te lo aseguro.

Y ahora, ¿juegas conmigo a las caricias?

A todos al principio nos cuesta empezar pero lo mejor de esto es que si continuamos jugando de manera seguida podremos llegar a perfeccionar nuestras técnicas además de demostrarnos cuánto podemos llegar a querernos y cuán perfectamente hechos están nuestros cuerpos para encajar.